A continuación me permito compartir la manera como yo he experimentado la resistencia al cambio y he aprendido a no tomar las cosas de manera personal.
Ante la
reacción de la persona, yo presto atención en qué fue lo que detonó esa
reacción: una palabra, frase, ademán, gesto, etc . Una vez identificado el
detonante, me doy cuenta que ese
comportamiento fue motivado por la situación presentada misma que despertó
mecanismos de defensa o resistencia al cambio y yo interactúo recibiendo y
percibiendo esos cambios por lo que concluyo que el interlocutor no reacciona ante mí –de
manera personal- sino en lo que provoqué.
Para
mí se torna personal cuando en la reacción la persona hace comentarios sobre mí
y no sobre lo que dije: “no tienes ni idea de lo que haces”, “tu trabajo no
está sirviendo para nada”, “estas mal”, “estás perdido(a)”, etc.
Marifel
En la clase pasada tú dijiste algunas frases que provocaron resistencia en mí, pero no por ti sino por vivencias mías en el pasado. Fue un claro ejemplo de lo que describes arriba.
ResponderEliminarCreo que también es válido cuando alguien te critíca directamente. Podemos comentar más sobre esto hoy en la clase.
Que tal Marifel.
ResponderEliminarMe gusta la forma detallada con la cual explicas como no tomarselo personal; y tratare de emplearlo en mi vida. Lo que nos cuesta a la mayoria de todos; es, como lo mencionas cuando se meten con nuestra persona...ahí es cuando realmente nos ponen a prueba, no crees?