Sobre una clase útil e intersante.

En días pasados tuvimos la oportunidad de conocer al Sr. Carlos Nieto, el cual compartió parte de su experiencia que ha tenido a lo largo de muchos años en la Consultoría. Fue una clase llena de anécdotas y recomendaciones que a través de sus vivencias nos fue aportando. Dentro de todas las ideas que menciona, me llamaron más la atención lo referente a la Ética y a no limitarnos  por la falta de algunos conocimientos específicos.

                La Ética es fundamental en cualquier trabajo, es la base para servir verdaderamente a los demás. Dentro de la Consultoría muchas veces la Ética puede dejarse a un lado con tal de obtener ganancias. Un consultor tiene que saber hasta dónde llega su participación, sus aportaciones y sobretodo la ayuda que le pueda brindar a su cliente. Pero en ocasiones, las personas se dejan llevar por intereses ajenos al cliente los cuales no necesita, y la ayuda se vuelve lucro. Quiere seguir abusando del cliente lo más posible.  Queda en cada uno de nosotros llevar la Ética por delante en nuestra manera de actuar para servir a los demás como ellos lo necesitan.

Respecto a los limitantes, es muy importante tener en cuenta todos los aspectos que involucran las necesidades del cliente. Un consultor no es una persona que sabe todo sobre negocios, administración, contabilidad, etc. El consultor, para poder hacer mejor su trabajo, debe informase de todos los aspectos y así poder guiar a las personas que tienen el conocimiento para que realicen el cambio necesario. No tiene que saberlo todo, pero si tiene que saber dónde buscarlo y en quien apoyarse.

En resumen, fue una clase que en lo personal me dejo con un buen sabor de boca, de la cual pude ampliar el concepto que tengo de la Consultoría y de escuchar las experiencias que de ellas se aprende.

Como es costumbre me gustaría terminar con una frase:

“Quien rechaza un buen consejo, a sí mismo se perjudica”. (Sentencia Latina)

Marifel.